Conoce toda la información sobre los síntomas, las causas y su relación con la microbiota intestinal.
El Síndrome del Intestino Irritable (SII), popularmente conocido como colon irritable es un trastorno funcional que se caracteriza por la presencia de dolor abdominal recurrente asociado a hinchazón abdominal, flatulencia y alteraciones del ritmo deposicional, ya sea en forma de diarrea, estreñimiento o de ambas.
Es una patología intestinal crónica y frecuente que afecta a más del 15% de la población, limitando en gran medida la calidad de vida de quien lo sufre.
Es un problema que afecta a todo el intestino, no sólo al colon. Suele manifestarse con recaídas más o menos frecuentes, sin que exista una patología de base que lo explique.
El Síndrome del Intestino Irritable (SII) tiene una alta prevalencia
Afecta con mayor frecuencia a más mujeres que a hombres
Fundamentalmente entre los 20 y los 50 años, aunque puede diagnosticarse en personas de todas las edades, especialmente en adultos
En España afecta a más del 10% de la población
Subtipos de SII, existen 3 subtipos
Su incidencia baja notablemente por encima de los 65 años
SII-E
Colon irritable que cursa con estreñimiento. Afecta más a las mujeres
SII-D
Colon irritable que cursa con diarrea. Más frecuente en los hombres
SII-A
Colon irritable mixto que alterna periodos de estreñimiento con periodos de diarrea
A pesar de que la intensa investigación que se viene realizando sobre el colon irritable, todavía no se conoce con precisión su causa ni existen pruebas específicas para diagnosticarlo.
Sí se sabe que se trata de un trastorno multifactorial, en el que diversos factores influyen en la aparición de los síntomas, pero aún no se sabe bien cómo organizar de manera adecuada las piezas de este complicado puzle:
Y todo ello relacionado con una alteración funcional de la barrera intestinal, que puede provocar efectos dañinos al permitir el contacto de patógenos y de sustancias irritantes habitualmente presentes en el intestino con las capas más internas de la pared intestinal, irritándola y modificando la composición y equilibrio de la microbiota intestinal.
La superficie de la mucosa intestinal está revestida de células epiteliales que establecen una barrera efectiva entre el medio interno (organismo) y el medio externo, impidiendo el paso de sustancias potencialmente nocivas.
El intestino ha desarrollado la barrera intestinal, un sistema defensivo compuesto por diferentes elementos tanto celulares como extracelulares, que actúan de forma coordinada a modo de filtro para:
Impedir el paso de toxinas, antígenos y microorganismos patógenos.
Mantener el correcto desarrollo de la barrera epitelial, el sistema inmunitario.
Conservar la adquisición de tolerancia hacia los antígenos de la dieta y la microbiota intestinal.
La barrera intestinal está compuesta por diferentes elementos que suponen diferentes niveles de protección, que en función de su localización y naturaleza se agrupan en elementos extracelulares e intracelulares.
Los mecanismos fisiopatológicos del colon irritable se desconocen por el momento. Sin embargo, parece haber un denominador común entre los 3 diferentes tipos clínicos (diarrea, estreñimiento o mixto) y es el aumento de la permeabilidad intestinal.
Cuando de una u otra manera se lesiona la integridad de la barrera intestinal, se altera su permeabilidad y se puede producir el paso de patógenos que irritan la pared intestinal y modifican la composición y equilibrio de la microbiota.
La microbiota intestinal está integrada por más de 100 billones de microorganismos vivos (principalmente bacterias, pero también hongos y virus), diez veces más que el número de células que componen el cuerpo humano.
"Toda esta comunidad de microorganismos vive en armonía con el organismo humano, en una relación mutuamente beneficiosa para ambos (simbiosis)".
La integridad, diversidad y balance de esta microbiota puede verse alterada con frecuencia por diversos factores: enfermedades, consumo de antibióticos y otros medicamentos, alteraciones fisiológicas del intestino, estrés, viajes, cambios en la dieta, la edad, infección y colonización del intestino por patógenos (virus, bacterias, parásitos, hongos, …), etc.
La pared del intestino juega un importante papel en los síntomas del colon irritable. La perturbación de la microbiota intestinal puede derivar en una falta de integridad de la pared intestinal y permitir que elementos patógenos e irritantes, normalmente presentes en el intestino, tengan un contacto no fisiológico con la mucosa intestinal, llegando a dañarla.
Lactobacilli
Escherichia coli
Bifidobacterium
Campylobacter
Clostridium difficile
Enterococcus faecalis
Como resultado, el intestino puede irritarse, sensibilizarse, y provocar los síntomas típicos del Síndrome del Intestino Irritable.
Hay evidencia científica que indica que la microbiota del intestino está implicada en la patogénesis del Colon Irritable.
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