 (2) (1) (2).jpg)
Cuando el estreñimiento es un problema
¿Quién no lo ha sufrido alguna vez de estreñimiento, esa sensación tan incómoda de no poder evacuar las heces con ...
La dieta baja en FODMAP se centra en limitar ciertos tipos de carbohidratos que son difíciles de digerir y pueden causar problemas gastrointestinales en algunas personas. Estos carbohidratos se encuentran en diversos alimentos, incluyendo frutas, verduras, lácteos, legumbres y granos. La clave es identificar cuáles alimentos son altos en FODMAPs y reducir su consumo para aliviar los síntomas como hinchazón, gases y dolor abdominal.
Es importante recordar que la tolerancia a los FODMAPs varía de persona a persona, por lo que es recomendable consultar con un profesional de la salud o un dietista para obtener orientación personalizada sobre la dieta baja en FODMAP.
Son un grupo de carbohidratos de cadena corta que el intestino delgado absorbe mal y que pueden fermentar en el colon. FODMAP es un acrónimo de:
Estos compuestos pueden ser difíciles de digerir y fermentar en el intestino, lo que causa síntomas gastrointestinales en algunas personas al:
Los FODMAP también actúan como prebióticos, alimentando las bacterias beneficiosas del intestino. Por ello, una restricción prolongada y sin control puede afectar negativamente a la microbiota intestinal.
Reducir síntomas digestivos como:
Mejorar la calidad de vida de personas con:
Sí, en muchos estudios clínicos se ha demostrado que:
Antes de empezar una dieta baja en FODMAP es importante tener en cuenta varios aspectos fundamentales para que sea segura, efectiva y no genere carencias nutricionales.
La dieta FODMAP está especialmente diseñada para personas que padecen trastornos gastrointestinales funcionales, como el Síndrome del intestino irritable (SII), y en algunos casos puede ser útil para personas con otros trastornos digestivos que experimentan síntomas similares, como hinchazón, dolor abdominal, flatulencia y cambios en la frecuencia y consistencia de las deposiciones, como en Enfermedad inflamatoria intestinal (EII) en fase de remisión o en condiciones médicas de Sensibilidad alimentaria funcional o disbiosis intestinal, por ejemplo.
No es una dieta para perder peso ni debe hacerse sin indicación clínica.
La dieta FODMAP puede ser peligrosa si se hace mal o si se mantiene de forma prolongada sin supervisión profesional. Aunque es muy útil para aliviar síntomas digestivos, tiene riesgos importantes si no se aplica correctamente.
Es importante realizarla bajo la supervisión de un profesional de la salud (médico, dietista-nutricionista) porque es restrictiva y compleja y mal aplicada puede llevar a carencias nutricionales o a una relación poco saludable con la comida:
Hacer una dieta baja en FODMAP correctamente implica seguir un proceso en tres fases bien estructuradas. Este enfoque permite reducir síntomas digestivos, identificar alimentos desencadenantes y finalmente crear una alimentación personalizada y sostenible.
Es importante destacar que cada persona es única, por lo que lo que es adecuado para una puede no serlo para otra. Por ello, es esencial adaptar la dieta FODMAP de forma individualizada.
Alimentos altos en FODMAP que se deben evitar o limitar mientras se está haciendo la dieta:
Ajo, cebolla, puerro, alcachofas, espárragos, coliflor, brócoli, coles de Bruselas, champiñones, remolacha, guisantes, pimiento verde, repollo y maíz.
Manzanas, peras, mango, cerezas, nectarinas, melocotones, albaricoques, ciruelas, uvas pasas, higos y frutas desecadas. como almendras, anacardos y pistachos. También se deben evitar los jugos de frutas y la miel.
Leche entera de vaca, yogures con azúcar añadida, helado, leche condensada y quesos blandos, como el requesón o el ricotta. Se recomienda optar por opciones sin lactosa, como leche de almendras, o quesos duros como el cheddar o el parmesano.
Frijoles, lentejas, garbanzos, soja y productos derivados como el tofu.
Embutidos como chorizo, salchichas y jamón, carne procesada.
Trigo, cebada, centeno, pan integral, galletas integrales, y pasta de trigo. Se recomienda optar por alternativas como el arroz, la avena, la quinoa o el maíz.
Almendras, anacardos, pistachos, semillas de chía (en bajas cantidades) y semillas de sésamo.
Bebidas carbonatadas con edulcorantes artificiales, cerveza de trigo y vino tinto.
Fructosa, miel, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, edulcorantes como el sorbitol, xilitol, manitol e isomalt.
Miel, jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, edulcorantes como el sorbitol y el xilitol, y algunos productos procesados que pueden contener ingredientes con alto contenido de FODMAP.
Como ves, los FODMAPs están presentes en muchos alimentos comunes, por eso es importante aprender a leer etiquetas y tener alternativas preparadas.
Berenjena, judías verdes, pimiento, calabaza, zanahoria, lechuga, endibias, rúcula, tomates, pepino, chirivía, rábano, patata, batata, calabaza, calabacín, acelgas y espinacas.
Melón, sandía, kiwi, piña, plátano maduro, fresas, arándanos, frambuesas, moras, uvas, naranja, mandarinas, limones, limas, papaya y granada.
Leche sin lactosa, yogur sin lactosa, quesos duros (cheddar, suizo, parmesano), leches vegetales como la de almendras, arroz y coco (sin inulina añadida).
Carne de ternera, pollo, cerdo y pescado fresco, huevos y tofu.
Pan de espelta, pan sin gluten, avena sin gluten, arroz, quinoa, trigo sarraceno y harina de maíz.
Nueces de macadamia, semillas de girasol, semillas de calabaza y de linaza.
Azúcar de caña, jarabe de arce, stevia, glucosa y dextrosa.
Albahaca, comino, cúrcuma, jengibre, orégano, romero, salvia y tomillo.
Mientras estás haciendo la dieta es importante anotar lo que comes y cómo te sienta y sientes porque te va a ayudar a identificar esos alimentos que no te van bien y va a facilitarte luego la reintroducción de los FODMAP que toleras.
La dieta FODMAP ayuda a controlar los síntomas, pero no cura la causa subyacente.
También deben tenerse en cuenta factores como:
Seguir una dieta FODMAP de forma personalizada y con el acompañamiento adecuado puede ser el primer paso que marque una gran diferencia en la calidad de vida de quienes sufren molestias digestivas persistentes
¿Tienes alguna duda o quieres saber más acerca de nuestros productos, tienes algún comentario o experiencia que contarnos?
Nuestro equipo de Atención al cliente está a tu disposición para ayudarte.
Llámanos al (+34) 916 570 659, o bien envíanos un correo electrónico a alflorexfarmasierra.com
Teléfono: (+34) 916 570 659
Dirección: Carretera de Irún
km 26,200.
28706 San Sebastián de los Reyes
(Madrid). España.
Email: alflorexfarmasierra.com
Web: alflorex.es